miércoles, 5 de septiembre de 2012

Electrónica para música

"Hace mucho mucho tiempo, en una galaxia muy lejana...."

Con esta frase comienza una de las sagas más famosas de la ciencia ficción, que por cierto está acompañada por la música del incomparable John Williams al que en el futuro dedicaremos alguna entrada.

Pero no vamos a hablar de su música, sino de un detalle colateral, la primera película de la saga clásica, el "Episodio IV: Star Wars" es, muy resumida, la historia de un grupo de rebeldes que en su lucha contra el imperio galáctico van a destruir la "Estrella de la muerte" la estación de combate definitiva que puede destruir un planeta. Para ello los rebeldes se han hecho con los planos de la "Estrella de la muerte" y han localizado su punto débil.

¿Y dónde están los planos? En la memoria de R2-D2 un droide astromecánico. ¿A dónde nos lleva todo esto? Nos lleva a una saga en la que aparecen planos, documentos, credenciales pero NI UN SOLO PAPEL. Es un universo sin papel.

¿Y no podríamos hacer lo mismo con la música? Al menos como herramienta.
Yo soy un defensor de los libros en formato papel, me gustan, los adoro, los leo y re-leo y se me acumulan en varias estanterías. Con las partituras me ocurre lo mismo, pero es mucho más problemático porque mientras que un libro lo reconoces por el lomo y es visualmente diferente a otros libros eso no ocurre con las partituras, ya sean originales o copias (de trabajo) al final se acumulan cerros de papeles... por no hablar de la calidad de ciertas copias de estudio, de las anotaciones de quien te hace la copia que se convierten en permanentes gracias al poder de la fotocopia.

Yo pienso que tiene que haber un mundo mejor, un mundo digital en el que la partitura pueda ser organizada y siempre encontrada, anotada pero no modificada siempre pudiendo volver al original.

Llevo años, literalmente, buscando un dispositivo adecuado para ello. La primera y más sencilla aproximación sería un portátil: hay una extensa gama de dispositivos de todos los tamaños, pesos y costes, pero tiene dos problemas: el teclado no nos sirve para nada, es más, estorba y además la pantalla no es táctil por lo que hacer anotaciones en clase o durante el estudio es casi imposible.

Inmediatamente pensamos en los tablets. Ya hablé de ello en mi otro blog en el artículo un notepad digital pero NoteSlate resulto ser vaporware, una idea que no era un producto salvo de marketing. De ese artículo se deduce claramente que el problema principal es el tamaño de la pantalla. He probado un iPad y a mi se me hace pequeño para leer partituras complejas. También se puede optar por un portatil Acer Iconia LX único en su clase al tener dos pantallas táctiles de 14", pero son 700€ (ahora que está rebajado a mitad de precio) y pesa un tanto.

La última oportunidad que parecía que tendríamos venía de Toshiba, el AT330/ Excite 13 con sus 13.3" aunque en formato panorámico nos acercaba a la solución, salvo por el precio estimado de 650€. Pero Toshiba no decepciona, es aún peor. No se puede comprar, en las web de Toshiba España y USA no aparece. Otra vez agua.

"Ayudame Obi Wan Kenobi, tu eres nuestra última esperanza" dijo la princesa Leia. Nosotros clamamos a Archos, el fabricante francés de dispositivos de consumo parece que va a sacar, en su marca de gama baja "Arnova" un tablet de 13.3" con un formato más parecido a 4:3 que a 16:9 con lo que es más parecido al tamaño de un folio, de una hoja de partitura. Esperemos que el MW13 (o el nombre que le quieran poner) sea una realidad pronto y lo siguiente que nos preguntemos es ¿cuál es mejor software para usar en este dispositivo?

Si sale ya os contaré como funciona ;-)

Juan